miércoles, 23 de marzo de 2011

El concepto de arte cambia con la sociedad. Nuestra sociedad actual es caótica y a la vez perfectamente estructurada.

El axioma de que nuestras conductas, adicciones o enfermedades son de "origen genético" se destruye cuando comprendemos el delicado proceso de desarrollo del ser humano y el efecto del entorno sobre su destino. No venimos programados totalmente, cuando estamos en el útero comienza nuestra adaptación al mundo de afuera. Así nos moldean para la sociedad de consumo y el dinero
 
Dejamos de ser personas para adquirir una posición y/o función dentro de la sociedad convirtiéndonos en máquinas.



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Sociedad y Arte (El público del arte)

En lo que al público del arte respecta, he leído en un blog llamado EL COMERCIO DIGITAL (http://blogs.elcomerciodigital.com/arte-alnorte/2007/11/1/el-publico-del-arte) una reflexión en relación con este tema que voy a reciclar (con todo el respeto hacia el autor) para expresar la idea que se pretende de como se conectaron la sociedad y el arte desde que las imágenes empezaron a formar parte en la vida del ser humano.




Las últimas estadísticas sobre la lectura en España son poco esperanzadoras, pero cada vez se publican más libros. Las causas de esas desavenencias son bastante complejas; los sociólogos sabrán desvelar sus misterios. En cualquier caso, debe ser algo parecido a lo que ocurre con los periódicos, donde la mayoría de las personas que afirman leerlos diariamente solamente miran los titulares.

En el ámbito artístico, como en otros asuntos de interés minoritario, la cosa es aún más complicada. En este sentido, Vicenc Furió afirma en su 'Sociología del arte' (Cátedra) que el concepto de público artístico es tremendamente impreciso, ya que designa “una realidad diversa, variable y difícilmente definible”. Los galeristas, por ejemplo, distinguen muy bien entre el público y los clientes; éstos últimos, a menudo, son los menos interesados en la obra expuesta, pero son quienes mayor poder adquisitvo tienen.

El público artístico ha variado históricamente. En el aspecto expositivo ha habido cuatro o cinco momentos muy significativos. Uno se produjo tras la aparición del grabado, que a partir del siglo XVII permitió mayor movimiento de las obras y precios más asequibles. También entonces, la pintura norteuropea gozaba de buena difusión. En el XVIII, a partir de los salones franceses de pintura y del poderío de algunas colecciones privadas, se incrementó el contacto entre el públicó y los artistas, que comenzaron a tener problemas mutuos tras la llegada del impresionismo, en pleno siglo XIX, con esa “impopularidad” propia del arte contemporáneo, que aún continúa. No en vano, según los estudios de Raymonde Moulin, la cantidad de público que acude a las exposiciones conservadoras (donde ya se incluyen también los impresionistas) suele multiplicar por tres la cantidad de visitantes que admira el arte actual. Las masas siguieron creciendo en el último cuarto del siglo XX, posicionándose cada vez más lejos de la esencia del arte y más cerca del espectáculo.
                                                                                                                   








Empanadilla Psicodélica.